Pues yo lo aplaudo, desde luego, aunque la noticia me deja un poco pensativo.
Está bien proteger el planeta y, por ejemplo, intentar que nadie se cepille en el futuro los arrecifes de coral o evitar la pesca abusiva. Pero ya puestos a ser serios con la protección del planeta los norteamericanos podían de paso firmar de una vez el protocolo de Kyoto, en vista de que que siguen siendo el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero. Ese tratado lo hemos firmado prácticamente TODOS los demás con todas sus consecuencias que no son pocas. Por cierto que al amigo Di Caprio no se le oye hablar mucho de ese pequeño detalle de Kyoto.
La declaración de un territorio como reserva marina no quiere decir que no se pueda ir. Yo quiero creer que eso podría incluso ser más fácil en el futuro, en vista de esta iniciativa. En el mejor de los casos se fomentará el turismo controlado hacia esos lugares (¿ecoturismo?) para promover la toma de conciencia sobre problemas medioambientales, y también para ayudar económicamente a la viabilidad del proyecto. Como mínimo debería aumentar la presencia de la comunidad científica en esos atolones. Me imagino que en algunos casos el obstáculo administrativo más importante para viajar a esas islas remotas seguirá siendo obtener un permiso de la autoridad militar que administra algunas de ellas.
73
Nando
TZ6BB
Está bien proteger el planeta y, por ejemplo, intentar que nadie se cepille en el futuro los arrecifes de coral o evitar la pesca abusiva. Pero ya puestos a ser serios con la protección del planeta los norteamericanos podían de paso firmar de una vez el protocolo de Kyoto, en vista de que que siguen siendo el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero. Ese tratado lo hemos firmado prácticamente TODOS los demás con todas sus consecuencias que no son pocas. Por cierto que al amigo Di Caprio no se le oye hablar mucho de ese pequeño detalle de Kyoto.
La declaración de un territorio como reserva marina no quiere decir que no se pueda ir. Yo quiero creer que eso podría incluso ser más fácil en el futuro, en vista de esta iniciativa. En el mejor de los casos se fomentará el turismo controlado hacia esos lugares (¿ecoturismo?) para promover la toma de conciencia sobre problemas medioambientales, y también para ayudar económicamente a la viabilidad del proyecto. Como mínimo debería aumentar la presencia de la comunidad científica en esos atolones. Me imagino que en algunos casos el obstáculo administrativo más importante para viajar a esas islas remotas seguirá siendo obtener un permiso de la autoridad militar que administra algunas de ellas.
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